El auditorio de la Biblioteca Pública Piloto se llenó lentamente a la espera de la versión 44 de la Cátedra Luis Antonio Restrepo Arango. Este espacio, que concentró sus reflexiones en torno a las visiones de futuro en torno a la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín en sus 50 años, fue además el espacio para reconocer el legado de la Fundación que lleva el mismo nombre de la cátedra, que llega a su fin, así como del compromiso de Gloria Mercedes Arango, esposa de “Toño”, como le decían, en mantener vivos los saberes que dejó el académico a la sociedad.
El viernes 5 de diciembre, a las 6:00 p. m., inició la que sería la última versión de la Cátedra Luis Antonio Restrepo Arango. El profesor León Restrepo Mejía, quien ha acompañado la realización de este encuentro académico y en esta ocasión fue el moderador del diálogo, recordó que esta sesión “es el cierre de un semestre que nos ha permitido participar en la celebración de los 50 años de creación de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas” y señaló que la reflexión de esta versión será para pensar en las perspectivas de futuro de la formación universitaria en ciencias humanas, sociales y económicas.
También, mencionó, que este encuentro “es la última sesión de la cátedra Luis Antonio Restrepo”, bajo la decisión del Consejo Directivo de la Fundación que lleva el mismo nombre, y recordó que a lo largo de 22 años, en 44 versiones, la Cátedra ha sido un espacio de formación para cerca de 8.000 estudiantes de la UNAL y otras universidades y la oportunidad para que aproximadamente 1.200 ciudadanos y ciudadanas, de manera presencial o a través del canal de YouTube de la biblioteca, asistieran a las diferentes sesiones temáticas. “Gracias por 23 años de legado, memoria y conocimiento”, agregó.
Durante la sesión, en nombre de la UNAL y la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, se agradeció a la profesora Gloria Mercedes Arango, jubilada del Departamento de Historia y esposa del profesor fallecido Luis Antonio Restrepo Arango, por su impulso incansable, su compromiso intelectual y su dedicación a mantener viva la memoria y el pensamiento de “Toño”, profesor fundador de la Facultad y motor de la creación del programa de Historia y de los posgrados en esta disciplina.
La Cátedra abordó los retos de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas
En un diálogo entre quienes han pasado por la decanatura de la Facultad, se abordaron los retos que enfrenta esta dependencia académica que cumplió recientemente sus 50 años. Para la profesora Amparo Saldarriaga Klinkert, exdecana de la Facultad, el principal desafío hacia el futuro es sostener una formación universitaria anclada en el desarrollo humano integral, entendido no solo como acumulación de conocimientos, sino como ampliación de libertades, capacidades y responsabilidad social. Desde esta perspectiva, insistió en la necesidad de formar profesionales con conciencia histórica y compromiso intergeneracional, capaces de preguntarse qué huella desean dejar y qué utopías buscan transformar desde la universidad. En ese sentido, invitó a que la comunidad universitaria se interrogue permanentemente: “¿yo qué ancestro voy a ser para los que vienen atrás?”, como una forma de asumir la educación superior desde una ética del cuidado, la memoria y la responsabilidad colectiva.
Desde su experiencia como decana durante el periodo 2020–2024, la profesora Johanna Vázquez Velásquez señaló que la Facultad enfrenta el reto de adaptarse a cambios acelerados en la educación superior, profundizados por la pandemia y las transformaciones generacionales. En su intervención subrayó que pensar el futuro universitario exige reconocer a la Institución como una comunidad diversa y no únicamente como una estructura curricular o administrativa. En esa línea, afirmó que el bienestar universitario no puede reducirse a la prestación de servicios, pues “el bienestar es un resultado anclado al desarrollo humano integral”, y debe articularse con oportunidades académicas reales que fortalezcan la permanencia y los proyectos de vida de los estudiantes.
El profesor Luis Javier Ortiz Mesa, exdecano y uno de los impulsores históricos de la cátedra, destacó que uno de los grandes retos de la Facultad es fortalecer lo construido sin perder su vocación crítica, reafirmando el papel central de las humanidades y las ciencias sociales en la formación ciudadana. En su reflexión, insistió en que enseñar no puede limitarse a la transmisión de información, sino que debe orientarse a formar pensamiento crítico, lectura profunda y capacidad de análisis. En ese sentido, recordó que “información no es conocimiento”, y que el verdadero desafío universitario consiste en enseñar a interpretar, comparar y pensar colectivamente la realidad.
Para el profesor Yobenj Aucardo Chicangana Bayona, exdecano de la Facultad, los retos del futuro atraviesan dimensiones que a veces parecen invisibles, pero resultan decisivas para la vida académica. Entre ellas, destacó la infraestructura, el impacto social del conocimiento y la gestión administrativa. En su intervención subrayó que los espacios físicos y tecnológicos no son neutros, sino que inciden directamente en las prácticas de docencia e investigación, pues “la infraestructura condiciona profundamente la enseñanza, el aprendizaje y la cultura universitaria”, y debe pensarse como parte integral de los ecosistemas contemporáneos de formación.
Finalmente, el decano de la Facultad, profesor Óscar Iván Calvo Isaza, planteó que pensar los retos del futuro implica reconocer a la universidad como una construcción colectiva e intergeneracional, sostenida por décadas de trabajo académico y ciudadano. En un contexto de profundas transformaciones sociales, tecnológicas y laborales, advirtió que el lugar de la universidad ya no es evidente ni garantizado, pero sigue siendo fundamental como espacio de encuentro y reflexión crítica. En ese sentido, expresó que “el lugar de la universidad no está claro”, y que precisamente allí radica el desafío de imaginarla y sostenerla como un bien público en las próximas décadas.
Un homenaje a la profesora Gloria Mercedes Arango
El cierre de la Cátedra Luis Antonio Restrepo Arango estuvo marcado por un reconocimiento unánime a la labor de Gloria Mercedes Arango y al legado construido durante más de dos décadas. El profesor León Restrepo destacó que la cátedra fue posible gracias a una decisión sostenida en el tiempo, y dio paso a la directora de la Fundación, quien afirmó que este proyecto nació como un homenaje profundo, pues “quise rendir homenaje a mi compañero de vida, cuya gran pasión fue la docencia y la difusión de la historia y las ciencias sociales”.
La profesora Saldarriaga Klinkert expresó un agradecimiento personal y colectivo al señalarle a la profesora Arango que “mostraste tu liderazgo y hoy tienes que estar demasiado satisfecha, porque multiplicaste sus ideas y sus propuestas a través de la cátedra”.
La docente Johanna Vázquez Velásquez subrayó el carácter perdurable de este trabajo al afirmar que “la cátedra, durante estos 22 años, se convirtió en el legado que nos deja Gloria Mercedes”, mensaje al cual se sumó el profesor Ortiz Mesa quien reconoció la dimensión pública de este esfuerzo al destacar a Gloria Mercedes como “una mujer excepcional que se ha jugado la vida en la oferta de una cátedra universal, diversa y creativa”.
Por su parte, el profesor Chicangana Bayona agradeció explícitamente “estos 22 años de trayectoria de la Fundación y de la cátedra, que ha formado incontables estudiantes y maestros de la región”. Finalmente, el decano Calvo Isaza resaltó el carácter ciudadano de este espacio al afirmar que se trata de “una cátedra que tiene una vocación pública, para que el conocimiento sea para el goce de toda la gente”, y cerró con un reconocimiento directo: “Profesora, mis felicitaciones y muchas gracias”.
Con esta última sesión, la Cátedra Luis Antonio Restrepo Arango cierra un ciclo fundamental en la vida académica y cultural de la UNAL Medellín, dejando como herencia un ejercicio sostenido de pensamiento crítico, diálogo público y compromiso con las humanidades y las ciencias sociales. Más allá de su clausura, la Cátedra permanece en la memoria colectiva de la Universidad como un espacio que formó generaciones, amplió horizontes de reflexión y reafirmó el valor del conocimiento como bien común, fiel al legado intelectual y ético de Luis Antonio Restrepo Arango y al trabajo incansable de Gloria Mercedes Arango.
(FIN/SRV)
15 de diciembre de 2025


